Una idea, un profesional, un concepto y una imagen

El trabajo más interesante y profesionalmente apreciado en el diseño gráfico es el de conseguir comunicar mediante una o varias imágenes un determinado concepto y de una determinada manera.

En el caso de la creación de un logotipo no seremos nosotros los que comuniquemos, sino la persona o entidad que acude a nosotros en busca de creatividad. El concepto que nos transmita junto con lo que nosotros seamos capaces de captar con empatía, cultura general y profesionalidad en la persona o personas que nos enumeran sus necesidades de una forma más o menos concreta, es la base fundamental para trabajar con soltura y poder disfrutar con el papel en blanco.

A principios de 2015, desde la Fundación Jiménez Díaz (Quirón Salud) se me presentó la oportunidad de colaborar en la etapa de planificación y arranque de la promoción de las primeras Jornadas Internacionales de Psiquiatría Basada en el Paciente que se celebrarán en dicho Hospital Universitario.

Me reuní con la responsable de la secretaría técnica del evento y Coordinadora de Administración de Psiquiatría de algunos de los centros sanitarios del grupo en Madrid, Manuela Marchena Anaya, que supo transmitirme a la perfección las ideas base del Doctor Enrique B.G. responsable máximo de las Jornadas PBP.

La idea estaba ya transmitida, y llegaba mi momento deseado de papel en blanco, buena música ambiental y un café en taza de desayuno (a la asturiana). Ahora me tocaba batir despacio las ideas transmitidas, mezclarlas con escogida documentación sobre el tema concreto, y poner sobre el plato los conceptos a comunicar. Sin conceptos no hay mensaje que comunicar. Los aficionados a lanzarse a buscar logotipos sobre el mismo tema en Google están abocados al fracaso pues se saltan (a mi parecer pierden) este paso de tener claro qué deben comunicar sin influencias más allá de las indicaciones o deseos del cliente.

El papel en blanco es fundamental para no auto limitar nuestra creatividad. Es lo que distingue a un creativo de una persona que sabe realizar trazos con una herramienta de diseño vectorial. Cuando un diseñador no es capaz de comunicar los conceptos encerrados en un logo, puedes estar seguro de que existe un logo muy similar y no muy lejos. Y que los logos se parezcan no es en principio un defecto, pues por una parte debemos identificar las particularidades de lo representado pero en muchas ocasiones es bueno e incluso necesario que se identifique con un sector, una profesión, un grupo social determinados, o un icono o símbolo universal.

Pero vamos a nuestro caso: “Psiquiatría Basada en el Paciente”…

LOGO-PBP15-RGB

Lo primero que nos surge es presentar como protagonista al paciente, a una persona. Es obvio, pero pensé que no es eso lo que debería transmitir. La protagonista es la Psiquiatría, los psiquiatras, pues sin ellos los pacientes no lo son sino que serían enfermos dejados a su suerte. Se pretende desarrollar una psiquiatría basada en el paciente, pero los que lo deben hacer posible, los que deben crear medidas, procedimientos, flujos de información, de investigación, son los facultativos y en ellos recae la responsabilidad y entendiendo esta como término positivo de profesionalidad.

Por lo tanto el logo a mi entender no debe transmitir al psiquiatra que el paciente es el protagonista, eso va implícito en la profesión que escogieron, sino que él o ella tienen una responsabilidad y que son los que van a conseguir avanzar hacia una psiquiatría basada en el paciente y mantenerla en constante evolución. La idea que yo propongo es la de que las jornadas pretenden formar y motivar a los asistentes, crear un foro de ideas, con un logo e imagen que muestra el terreno de juego en el que están presentes todos los protagonistas cara a cara.

Mi idea presenta tres círculos que representan por una parte al médico, por otra al paciente, y como seno de encuentro el sistema sanitario del ámbito que sea (un centro determinado, un grupo de investigación, varios centros, un sistema regional, nacional o internacional). Se trata de disponer de estos círculos como fichas que puedan moverse, de modo que podamos presentar con ellas multitud de situaciones existentes en distintos ámbitos del sistema (recursos humanos cualificados, recursos humanos administrativos, recursos económicos, recursos científicos, de investigación, de intercomunicación, etc).

En la imagen planteo algunas situaciones posibles para ilustrar la idea de la que surge el logotipo:

ILO-IDEA-PBP03

 

Esta es una de las propuestas que entregamos al cliente. El artículo trata de llamar la atención sobre dos hechos que a mi parecer están se dan. Por una parte, el cliente o persona que hace el encargo no presta demasiada importancia al hecho de asegurarse de que el diseñador tiene la información necesaria para formar un concepto y más tarde para crear un modo de comunicarlo gráficamente, y por otra que en el vale todo de la crisis hay muchos que olvidan que la creatividad comienza en uno mismo, y no en Google o en el peor de los casos en la creatividad de otros.

No sería la primera vez que una entidad del sector científico y universitario (no menciono nombres por no poner a nadie en evidencia antes de tiempo) se encuentra con la sorpresa de que al ir a registrar orgulloso su marca, la imagen usada ya tiene dueño, e incluso que esta se difundía de forma gratuita por Internet.

El cliente debe exigir profesionalidad, y exigirla tanto en el concepto, la creatividad como en la imagen comprada, y eso conlleva un gasto evidentemente, como en cualquier otro sector profesional pero todo fluye sólo si se dan todos los factores en un mismo proyecto.

Ignacio Leal